Juan Pablo Sotomayor Riquelme

Santiago, Jueves 21 de Diciembre de 2006
21:30 PM


Querida familia y queridos amigos:



Queremos manifestarles el enorme agradecimiento que sentimos por Uds. familia y amigos que han acompañado y se han preocupado de Juan Pablo y de su recuperación durante estos largos 9 meses. No podemos más que estar agradecidos al Señor de su recuperación, y al Espíritu Santo de quien hemos sentido en todo momento cómo nos ha iluminado, consolado, fortificado y guiado en esta prueba.

Hemos estado en todo momento optimistas, con este tremendo sentido que tiene este valor: el que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia, descubriendo lo positivo que tienen las personas y las circunstancias. Y hemos hecho amigos nuevos y hemos conocido de la tremenda solidaridad que existe.

Hemos avanzado utilizando los medios de los que la ciencia dispone y tenemos una tremenda esperanza que las células madre reimplantadas están haciendo su trabajo. Y en paralelo no hemos dejado de pedir la intercesión del Santo Padre, Juan Pablo II, a fin de que Juan Pablo se recupere, y en especial, lleve a cabo la misión que le encomendó el Señor.
Y semana a semana hemos visto cómo esta recuperación se va dando en la acción. Cómo la autovalencia, una palabra que veíamos un poco ajena, significa que se viste solo, que se transfiere a autos, a su cama, a la piscina (todavía con ayuda), que puede viajar dentro y fuera de Chile. Y hemos visto irrumpir el deporte: gimnasio, tenis, piscina, y con la preparación física, también la sensación grata que deja.

Y los amigos, que siguen estando cerca de Juan Pablo, quizás ya no con la preocupación y temor de los primeros meses, pero si dándole amistad y cercanía. Juan Pablo ya no es noticia de primera plana, pero sigue siendo noticia para los que leen el blog y se alegran con sus avances.

Por todo esto y quizás por todo lo no dicho, queremos desearles que sea una Navidad de encuentro de los temas relevantes de ella, y por supuesto que recibamos con alegría las atenciones y regalos que nos hacemos entre todos como demostración del amor e interés que nos tenemos los unos a los otros. Y no olvidemos de maravillarnos por la venida de nuestro Señor a quien celebramos en su misión en el mundo y la redención de la que todos nos hicimos acreedores con su sacrificio. Y que el año 2007 les de a cada uno de Uds y a nuestro país la sabiduría y la gracia de progresar y avanzar.

Un gran abrazo de todos nosotros.

Lionel y Nancy