jueves, abril 20, 2006
Revisar lo que le han escrito a Juan PabloDIA 29: EL SEÑOR RECOMPENSE TU ESFUERZO!

Querida familia y queridos amigos:
Día 15 en Cuidados Intermedios. Llevamos un día más que los 14 que pasamos en Intensivos y me siento contento de decirles que esta etapa que fue tan dura se está acercando a su término. Estamos ya cerca de salir de esta UCI y comenzar la fase de rehabilitación. Hemos escalado una cima enorme, y vemos que en la distancia la siguiente es incluso más alta. Estamos confiados en las manos del Señor. Sabemos que el camino a seguir es largo y el espíritu guerrero que ha tenido Juan Pablo nos tiene tranquilos para emprenderlo. Lean por favor la reflexión sobre el bambú japonés más abajo. Por otra parte, no cejamos en que la intercesión del Papa Juan Pablo II nos conceda el gran milagro que esperamos. Gracias Juan Pablo II. Gracias Señor!
El Miércoles fue de avances lentos pero seguros. En la verticalización se ha continuado el approach conservador aunque subimos a 50º, lo que nos acerca algo a la meta que Juan Pablo tiene en mente (90º). Hoy ha sido más ejercicio con mancuernas, y la banda elástica celeste fue utilizada como movimiento lateral. Está experto en el triplo, con una buena secuencia de 10 ejercicios respiratorios y dejando las 3 pelotitas arriba. Sigue con el mínimo de medicamentos, y con la infección urinaria ya controlada. Hoy además tuvo su sesión de reiki con Marianne y de meditación.
Las visitas continuaron con su nuevo ritmo de tiempo con calidad, y ciertamente son el punto alto del día de Juan Pablo. El leal “batallón” Mayflower sigue firme, al igual que nuestros amigos y amigas, y nuestra familia. Hoy vino el Padre Patricio de nuestra parroquia a visitarlo, y aprovechó de conversar con él y bendecirlo en su recuperación. Según lo que dijo Juan Pablo, hoy no tuvo mucho tiempo para tocar la guitarra pues en medio de las visitas le tomaron un scanner, hizo rehabilitación, lo sondearon. Una de las sesiones de rehabilitación fue presenciada por Claudio, su profesor jefe. Más hacia la noche lo visitó su tío Roberto quien no había podido hacerlo por estar resfriado. Luego de la cadena de oración pasé a despedirme de él y atronaban las paredes con Greenday, que escuchaba con Alfonso. Tenía un poco de temperatura: 37º.
En el piso 5º Diego ha continuado también con su mejoría. Francisca sigue un poco estancada en su recuperación y pediremos especialmente por ella esta noche.
En el rosario de hoy agradecimos el avance de Juan Pablo y el de todos los enfermos del piso 5º. En la cadena de oración, tuvo una vez más espacio la Oración del Espíritu Santo, necesaria para definir los pasos que se vienen, y determinar cuál será el centro que escogeremos para la rehabilitación de Juan Pablo: “Dame a conocer lo que debo realizar, Dame a conocer lo que debo sufrir. Dame a conocer lo que silencioso, con modestia y en oración debo aceptar, cargar y soportar ”. Hoy conocí a Jorge Spoerer, una gran persona, quien ha estado recuperándose en los últimos 8 meses de una fuerte prueba que Dios dispuso en su camino, y que nos iluminó en parte el camino. Gracias Jorge!
“Por eso os digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido y lo obtendréis”.
Gracias a todos por su preocupación y apoyo. Los queremos mucho.
Lionel y Nancy
PD: Si no estamos en la sala de espera avísennos en la Recepción del piso 5º. Por favor, para poner comentarios en el blog no firmen como Anónimo sino como Other. No usen Blogger.
BAMBU JAPONES (un aporte de Cecilia Mabe)
No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha
requiere de una buena semilla, buen abono y riego constante. También
es obvio que quien cultiva la tierra no se impacienta frente
a la semilla sembrada, halándola con el riesgo de echarla a perder,
gritándole con todas sus fuerzas: ¡crece, por favor!
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo
transforma en no apto para impacientes: siembras la semilla,
la abonas y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad,
no pasa nada con la semilla durante los primeros 7 años, a tal
punto que, un cultivador inexperto estaría convencido de haber
comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de solo seis
semanas la planta de bambú ¡crece más de 30 metros!¿Tardó sólo
seis semanas en crecer? No, la verdad es que se tomó siete años y
seis semanas en desarrollarse.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad,
este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces
que le permitirían sostener el crecimiento, que iba a tener
después de siete años.
Sin embargo, en la vida cotidiana,
muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas y triunfos
apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado
del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.
De igual manera, es necesario entender que en muchas ocasiones
estaremos frente a situaciones en las que creemos
que nada está sucediendo.
Y esto puede ser extremadamente frustrante.
En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo
de maduración del bambú japonés y aceptar que “en tanto no bajemos
los brazos” ni abandonemos por no “ver” el resultado que esperamos,
sí está sucediendo algo, dentro nuestro…
Estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente
Creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito
Cuando éste al fin se materialice.
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes…
Quizá sólo estés echando raíces…