domingo, octubre 08, 2006
Revisar lo que le han escrito a Juan PabloDECIMA SEMANA: EN COLONIA, ALEMANIA
21:30 PM
Eventos destacables del 2 al 8 de Octubre: Primer viaje de Juan Pablo en 2006 fuera de Chile. Gran caminata en silla. Misa en la catedral de Colonia y visita a museos. Paseo por el Rhin.
Querida familia y queridos amigos:






Salimos el 4 de Octubre, contentos por la puerta de esperanza que hemos abierto para Juan Pablo con este viaje.
Luego de una mañana normal, con Juan Pablo en clases, empezamos los preparativos para partir. 2 taxis nos iban a pasar a buscar a las 15:15 de manera de llegar con tiempo al aeropuerto, y poder pedir asistencia especial para Juan Pablo, y sobre todo probar el sistema. Tuvimos algunos problemitas en la salida con la caja fuerte que no quería abrir y las sondas Lofric que no fueron entregadas como estaba prometido, pero que logramos resolver.
Con los pasajes/ pasaportes/ dinero liberados nos preparamos para partir al aeropuerto, en caravana, con un suspiro de alivio. En el aeropuerto, tuvimos una buena atención, logramos buenos asientos, y partimos a Policía Internacional con otra inquietud: la libreta de familia no la traíamos. Nos hicieron ir a una oficina lateral en que se metieron a la base de datos del Registro Civil y bien! Juan Pablo era hijo nuestro así que conseguimos el permiso de salir del país. El Espíritu Santo es grande pues nos guió y calmó en este proceso!
Tuvimos que pasar por las máquinas detectoras de metales, registrar la salida de los computadores del país. A Juan Pablo lo hicieron pasar por el lado y lo revisaron entero con detectores. De ahí nos fuimos a la sala de espera en la puerta 12, donde lo pasaron a una silla de pasillo en la puerta del avión y de allí lo condujeron a su asiento (fila 12). Su silla se fue a la bodega. El avión, un Airbus-340 iba lleno así que no hubo opción siquiera de pedir upgrade por Juan Pablo.
12 horas después y de una dormida a ratos, y de dos comidas razonables, llegamos a Madrid en que tuvimos que bajar todos los pasajeros. Fuimos los últimos y seguimos el proceso inverso: silla de pasillo (no muy buena), silla en la puerta (una prestada pues la de Juanpi estaba en bodega) y a la sala de espera en tránsito. Embarcamos 45 minutos después y el vuelo a Frankfurt nos tomó 2.15 horas. Nuevamente quedamos para el final pues teníamos que esperar que viniera un grupo de Sanidad para trasladar a Juanpi. De allí nos acompañó la gente de Lan a buscar la maleta pues estábamos en el Terminal 2 que es nuevo y que se construyó pensando en al Airbus 380. El paseo buscando ascensores no era nada de fácil por los vericuetos del aeropuerto, hasta que llegamos a recoger nuestras maletas. Sin sorpresas innecesarias esta vez, estaban allí intactas esperando por sus dueños. De allí teníamos que tomar el shuttle al Terminal 1 donde está la estación de trenes. De nuevo con atajos de nuestra guía venezolana de Lan, salimos a la calle donde estaba el bus al Terminal 1. Y una agradable sorpresa: el bus se inclinó, bajó una rampa y permitió que Juan Pablo subiese sin dificultades. Y nosotros detrás, con 3 maletas y 3 mochilas nos subimos al bus.
A la llegada ya no había guía en español así que en la bajada aprendimos que debíamos tomar el tren de larga distancia, y preguntando y preguntando llegamos al andén 6, en espera de nuestro tren ICE 502 con destino a Koeln. En el mesón de servicio al ver mi ticket me dijeron que no tenía acomodaciones especiales para personas con movilidad limitada, pero que nos iban a ayudar. A las 20:00 (el tren salía a las 20:09) aparece un señor con una plataforma, se nos pone al lado, y a las 20:09 subimos a Juan Pablo y detrás nosotros como safari con las maletas. El viaje a Koeln fue realmente agradable en lo que a movimiento del tren se refiere y puntualidad. Al llegar (21:04) no había plataforma esperando y tuvimos que bajar los dos peldaños con la silla y Juanpi de espalda y sujetándola entre los dos. Y llegamos a la tierra de la Kölsch (cerveza) y el agua de colonia 4711.
Buscamos un ascensor, bajamos al piso 1 y de allí a buscar dos taxis para emprender el viaje al hotel Jolly MediaPark. 5 minutos y entramos en un pequeño parque, con laguna, donde estaba la silueta del edificio en que está el hotel: un agrado! Las reservaciones en orden, llegada a la habitación 101 para Juanpi y 102 para nosotros, conectadas interiormente. La pieza de Juanpi preparada especialmente, que lo hizo sentirse muy bien de inmediato con vista al MediaPark. Eran cerca de las 10 cuando bajamos a comer algo al restaurant del hotel. Finalmente, 7000 millas después, estábamos tranquilos sentados a la mesa. Y de ahí la magia de Internet IP: llamamos a Alfonso por Skype y pudimos rendir nuestro primer informe internacional sin pagar adicionalmente. Nos fuimos a dormir contentos y agradecidos del Señor de haber llegado bien, de haber podido resolver los innumerables problemitas que plagaron nuestra salida, y de poder darle esta opción de esperanza a Juan Pablo.
El despertar en Colonia el día 6 fue tarde. El largo viaje nos había dejado cansados y la verdad es que nos saltamos el desayuno y no fue antes de las 12 que el equipo completo comenzó a a levantarse. Juan Pablo hizo transferencia a la silla desde su cama y de ahí a la ducha, muy similar a la de la casa, pero en un baño más grande. La ducha, reponedora, permitió un cambio anímico y de preparación para la aventura. Y bajamos al restaurant en que fuimos (cerca de las 14hrs) los únicos. Nos tocó un camarero italiano, que hablaba alemán y algo de inglés, y ordenamos un almuerzo espléndido.
Y partimos a la aventura… Juan Pablo no quiso taxi y desde el hotel veíamos a lo lejos las dos torres de la catedral. Así que partimos a lo derecho. Fuimos recorriendo unas calles, estrechas algunas, amplias otras, llenas de Audis y Mercedes, aún que también veíamos autos italianos y pequeños como el Smart que le gusta a Juanpi. El trayecto debía tomarnos media hora, cosa que ocurrió, y ya cerca de la estación de trenes apareció con toda su magnificencia la catedral. Iniciada en 1248, tomó más de 600 años en ser construída, plagada por problemas financieros, guerras y desacuerdos. Además, Colonia durante la segunda guerra mundial fue destruida por los aliados y en parte le tocó a la catedral. Entramos y la visitamos entera, con sus amplios pasillos y esa arquitectura tan típica de las catedrales de esa época. Y oramos por nuestro hijo, y por Uds, y le pedimos al Espíritu Santo lo de siempre: que nos guíe, ilumine, conforte, que nos de fuerzas para el proceso que estamos viviendo, y esperanza respecto de esta puerta que se genera con el implante de células madre en su líquido cefalorraquídeo. En todo caso, gracias Señor por lo que hemos avanzado.
Y tal como decía el sacerdote que lo recibió en el colegio, la oración y la solemnidad religiosa van de mano en mano con pasarlo bien. Y a la salida de la iglesia comenzamos a caminar y nos topamos con el ícono occidental: el comercio. Siendo ya las 7 de la tarde, y con un cielo medio amenazante de lluvia, emprendimos el trayecto de vuelta al hotel. Juan Pablo no quiso por ningún motivo volver en taxi y llegamos luego al hotel que nos pareció maravilloso porque estábamos un poco cansados.
En resumen, primera gran caminata de Juan Pablo, extensa, con pocos síntomas de cansancio, y con una sensación reconfortante de estar bajo la protección de Dios en esta magnífica catedral.
El día 7 comenzó un poco más normal. Habíamos tomado el acuerdo de tomar desayuno antes de las 10 así que a las 9:15 empecé a recordarles a fin de que llegáramos a tiempo. Al llegar estaba lleno. Parece que da lo mismo en cualquier parte del mundo porque la gente se aglomera a la misma hora. La gente muy amable con Juan Pablo dándole paso. El desayuno de Juanpi pantagruélico: huevos, jamón, queso, salame, salchichas, pan y jugo. La noche anterior no había comido mucho así que se desquitó ahora.
El programa de hoy era museos ambos cercanos a la catedral de Colonia. El primero era el Römisch-Germanisches y el segundo el museo el Ludwig de Artes. El primero nos tomó unas tres horas recorrerlo. Increíbles estos romanos cómo extendieron el dominio de su imperio hasta estas tierras que tenían 35.000 años AC vestigios de su vida durante el neolítico, paleolítico y luego en la edad de la piedra, del bronce y del hierro. La historia de su dominio quedó reflejado en todo tipo de elementos: fortificaciones, acueductos, vida diaria, monumentos funerarios, cerámicas, artefactos para iluminación. Un mosaico de Dionisio, una réplica de una carreta romana con amortiguadores de cuero y todo.
El segundo museo nos tomó un par de horas. Excelente la exposición de Picasso. No estaban sus cuadros más conocidos pero nos gustó el Arlequín y El Beso. El piso dedicado al pop art fue también interesante, con Warhol y su ícono Marilyn. Juan Pablo ya estaba aburrido de cultura a esa hora así que cerca de las 17:30 salimos del Ludwig y nos fuimos a dar un paseo por el Rhin. El río ancho, un poco café y con múltiples sitios de atraque de embarcaciones nos guiñó el ojo esperando que fuésemos de paseo.
Volvimos a tomar un helado. Fue reponedor el sentarnos un rato y comer algo. La vuelta al hotel fue nuevamente a pie. Juan Pablo no aceptó otra opción y pese a que a ratos, en especial en subidas, le dimos apoyo, nuevamente anduvo sus buenos 10 kilómetros. En la llegada al hotel un ritual: la bajada en el puente que cruza el lago. Juan Pablo sube la rampa y luego se deja caer a buena velocidad. Entramos a descansar un poco y de allí a comer. Un buen momento en que el equipo hizo un recorrido del día, de nuestra preparación para el lunes, en que Juanpi no tiene preocupaciones especiales. No pudimos en todo caso dejar de recordar que esta tierra fue duramente castigada por las bombas durante la segunda guerra, a pesar de su normalidad actual.
El domingo 8 partimos temprano y Juan Pablo, a pesar que en sus inicios quería seguir durmiendo, accedió a levantarse después de recordárselo. El desayuno fue muy sano y en un grato ambiente. En la mañana estaba nuevamente lleno el restaurant, con todo tipo de parejas. Casi ninguna familia.
Y partimos nuevamente en la aventura diaria. Nos fuimos caminando, ya con mayor seguridad respecto de las calles, llegando esta vez incluso a optimizar el trayecto. En la catedral nos preparamos para asistir a la Santa Misa, que aunque en alemán, nos parecía el momento propicio para agradecerle a Dios por todo lo que nos ha entregado. La misa muy solemne, con música de órgano, tenía unas pantallas en que se indicaba el número del salmo a cantar, de manera que abriésemos el libro frente a nosotros y lo hiciésemos. Pero el sentido de espiritualidad se mantuvo, incluyendo el saludo de la paz luego del Padre Nuestro.
A la salida quisimos hacer un tour de la ciudad, pero la maratón de Koeln tenía las calles cerradas así que lo dejamos para otro día, y fuimos caminando a conocer la Rauthaus, que es el ayuntamiento. El caminar nos dio hambre así que nos comimos unas salchichas (muy alemanas) que nos parecieron un choripan exquisito, mientras veíamos pasar a los primeros maratonistas, todos africanos por supuesto.
Nos fuimos luego a caminar al lado del río Rhin y pasamos un día increíble, una gran experiencia dominical, pues estaba lleno de gente, familias, novios, incluso personas con movilidad limitada. Aquí era aire fresco y este río impresionante lleno de embarcaciones de carga y pasajeros, y con trenes cruzando a cada rato sobre los puentes. Nos decían que cruza 1 tren por minuto…. Y decidimos dar un paseo en bote por el Rhin, un paseo de 1 hora que da una idea de la ciudad desde el agua. El tramo se hace a una velocidad agradable, en unas grandes embarcaciones. La entrada fue un poco complicada porque no había instalaciones para que bajaran sillas de rueda, así que bajamos a Juan Pablo tres escalones a mano. Y nos instalamos en una mesa desde donde disfrutamos el paseo. A la vuelta fuimos los últimos en bajar y esta vez el barco estaba al nivel de la calle así que no hubo necesidad más que de ayudarlo un poco.
Esta ciudad ha sido tremendamente amistosa para Juan Pablo en sus caminatas, en sus instalaciones y en la amabilidad de la gente. Juan Pablo no quiso por ningún motivo volverse en taxi, así que ya estamos expertos en la vuelta al hotel, la que hacemos con gran eficiencia.
En resumen, un día muy grato, preludio de mañana en que se hará la extracción de la médula a las 10 de la mañana en el Cologne Medical Centre. Hemos orado hoy pidiéndole al Señor que nos ayude en la recuperación de Juan Pablo. Cuando se acuerden, hagan una oración por Juan Pablo y pidan junto con nosotros la intercesión del papa Juan Pablo II para su recuperación.
Un gran abrazo de todos nosotros.
Lionel y Nancy
Espero que salga super bien todo por alla junto a tus papas.
Lo que jamás pueden perder es la esperanza de salir adelante.
Un gran abrazo para todos
Octavio
nuevamente nos asombras con tu fortaleza ahora emprendiendo este viaje el viejo mundo. solo leer la travesia en aerropuertos y traslados reuslta asombroso.
ahora esperamos ansiosos conocer el resultado del procedimiento, confiados en que aportara a tu recuperacion.
lionel, nancy van nuestras oraciones y apoyo; ojala logren ademas disfrutar el viaje y cargar fuerzas y nuevas esperanzas muy merecidas
un saludo
Un abrazo,
Jacqueline Donoso
Myriam.
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